viernes, 31 de octubre de 2008

especial Roberto Saviano/La entrevista (I)


En abril de 2007 tuve la inmensa suerte de poder entrevistar a Roberto Saviano para los QUADERNI DEL CSCI, revista anual de cine italiano. La actualidad de mi coetáneo transalpino me incita a haceros partícipes del diálogo que mantuvimos aquel lejano jueves en la barcelonesa Casa Fuster. Hoy cuelgo la primera parte, con una introducción en castellano.

Diálogo con Roberto Saviano
A lo largo de los últimos años me he encontrado con escritores, directores e intérpretes. Sin embargo, nunca antes noté en el instante previo la duda de la trascendencia, de un cierto miedo temático consistente en ir a hablar con alguien que además de generar arte ha logrado erigirse en símbolo de la lucha contra la injusticia del silencio y la mentira a través de su valentía y juventud. Antes de entrevistar a Roberto Saviano tenía el miedo del concepto de la realidad palpable, sin trampa ni cartón. Cuando llegué y nos dimos la mano los ojos disiparon el temor. La mirada y las palabras ejercieron su función terapeutica. Podíamos empezar. Sin trabas. Con la libertad de dos seres humanos que conversan e intercambian pensamientos.

CINEMA E LETTERATURA: RICERCA E STILE· Diciamo che hai il vizio del cinema, ho visto che ti piace abbastanza. Come mai? Il cinema mi piace molto e c’entra pure con lo stile (ndr: il suo stile) che ha molto più da fare con Rossellini che con molti scrittori italiani.

· In realtà il tutto metodo forse a più (d)a vedere col pedinamento della realtà zavattiniano....Esattamente, serve como estetica della mia scrittura e il mio sguardo, ma non solo Zavattini ma anche De Seta, che per me e un maestro in questo senso. Riuscire in qualche modo a raccontare la realtà esprimendola, non facendone un calco. Una realtà raccontata senza mediazoni, in maniera direttà. Questo significa significa non il reality, la telecamera o l’occhio dello scrittore fisso che prende tutto ciò che deve prendere ma cercare di raccogliere dei significati oltre la confusione.

· Sarebbe come coinvolgere la realtà in quel che tu fai, nel libro vai ai luoghi del crimine è sempre parli con la gente...Sí,è vero. In questo senso credo che ci sia un certo tipo di cinema e letteratura italiani con cui mi sento profondamente legato, come capita coi Fratelli Taviani, che sono dei maestri nella capacità di raccontare storie fatte con la materia della storia, coi piedi a terra, cercando di capire tutto ciò che e possibile prendere dalla realtà. Loro hanno uno sguardo tragico, ma non drammatico come Rossellini, dove non esistono possibilità oltre quello che racconta, mentre i Taviani sognano sempre una via di fuga, quasi come se la volessero far suggerire dello spettatore.

· Te sei nato a Napoli, com’e ti è nata la curiosita e la voglia di narrare quel che hai scritto? E nata dalla certezza che tutto quel che avevo intorno, so che puo sembrare una risposta un po cinica, era incredibilmente epico. Non e solo testimonianza, e anche capacità per me di volermi provare in un racconto di storie in grado di raccontare non soltanto quel territorio ma l’intera umanità del mio tempo, nel loro modo di ragionare, di vestire, che certo sono modi della camorra ma attraverso cui si puo riflettere l’intero tempo. Possiamo vedere i meccanismi economici e questo è una sorta di privilegio per lo scrittore che affronta questi temi.

· Ma cuando ti sei interesato davvero? Subito dopo la laurea di Filosofia, cuando ho iniziato a ricercare in questo senso: inchieste, atti giudiziari...

· E che forma, che stile pretendevi mescolando realtà diretta e informazione tratta dai documenti? Era fondamentale avere il doppio binario. Non volevo scrivere ne un saggio ne il romanzo di fiction: volero fare quel che Truman Capote chiamava romanzo non fiction. In A colazione con Truman, poco prima della sua morte, dice che il futuro della letteratura mondiale sarà un unico fiume in cui arrivano due affluenti, il romanzo letterario e la possibilita di investigare. Un altro esempio che serve e Primo Levi, chi a un certo punto dichiara che non si lascia di andare a Auschwitch perche sentiva che poteva raccontare tutto quel che avveniva. Lo salvava la ipotesi della parola. Io ero sicuro che potevo raccontare quel che vedevo. Fremevo per trovare il modo di farlo. Dai 21 anni ho raccolto materiale.

· Ed hai cominciato a girare quei quartieri...In realtà erano i miei quartieri, non avevo difficoltà di movimenti. Le persone con cui parlavo le conoscevo da sempre. I napoletani sono gente apertissima. Cuando ho deciso d’investigare ho deciso di muovermi un po di più per poter raccontare

domingo, 26 de octubre de 2008

¿Por qué eres tan bueno Paul?


Antes de ir colgando progresivamente los fragmentos de la entrevista a Roberto Saviano- en italiano, que pareado más idiota- dejaremos una entrada para la admiración. Por motivos relativos a gusto personal y curro llevo tiempo, más de medio año, estudiando la estructura del medley musical. Me ha ayudado a construir mi universo poético y gracias a su contribución he comprendido mejor mi obsesión por la unicidad.
Desde que me zambullí en la escritura he tenido varias obsesiones. Una de ellas era la unidad espacio-tiempo,algo que espero se refleje en Colors, que finalmente saldrá a la venta en noviembre. Sin embargo, cuando me adentré en poesia los enlaces entre poemas dieron una nueva dimensión a la idea. ¿Por qué no escribir 130 poemas y lograr que sean uno solo? Se puede, y lo incoherente cobra lógica.
Paul McCartney lo sabía antes que servidor. Quizó lo sabía antes de nacer. Lo empezó a intuir, con la little help de su friend George Martin, en la parte final de Revolver, lo intentó parcialmente en fragmentos de Sargent Pepper, lo consiguió con la cara A del White Album, 8 canciones enlazadas con arte sutil, perfeccionandolo casi hasta lo imposible en la mítica cara B de Abbey Road, donde You never give your money inaugura un doble medley que culmina en la apoteosis de The End, previo paso por joyas como Polythene Pam o Golden Slumbers.
Tengo que estudiar más su etapa postbeatle en este sentido, pero creo que Band on the run sería otro ejemplo de lo que digo, la unidad melódica, la idea del todo en la mente del genio de las mil voces y los infinitos instrumentos.

Gracias Sir Paul.


Links relacionados escritos por el autor del blog:

1) McCartney, Pasolini y la conciencia del princio del fin en 1968: http://www.calidoscopio.net/2008/02Febrero/Miscelanea03.html
2) Paul is dead: http://www.calidoscopio.net/2008/04Mayo/Musica02.html

miércoles, 22 de octubre de 2008

Como Messi en Verdaguer


Pues hacer el paripé
a las ocho de la noche
a las nueve de la tarde
como messi en verdaguer

Ya está colgada en la web la nueva edición de bcnweek. El n68 amplía el número de páginas, de 16 a 24, e incluye nuevas secciones y una estructura más robusta, como el mismo número. Disfrutadlo, creo que merece mucho la pena.

Si bien colgué ya los artículos, os dejo los links para quien odia la extensión bloggera y prefiere leer sin agobios.

Matar en Barcelona: http://bcnweek.com/matar68.html

Fem País:http://bcnweek.com/fempais68.html


Y please, leed a Raul, Simon, Judith, Tiffany, Julián y todos, todos los chicos y chicas que participan:))

lunes, 20 de octubre de 2008

Especial Roberto Saviano (I)



Muchas han sido las páginas dedicadas a Roberto Saviano a lo largo de la última semana. Tuve la oportunidad de conocerle en abril de 2007 y creo, aunque no lo sé seguro,que mi entrevista es la más articulada y larga, lo que no tiene mérito pero si valor pq más que una entrevista fue un diálogo, que le han realizado hasta la fecha en España.

Empezamos un especial dedicado a Saviano, amenazado por la Camorra, con el artículo que publiqué en el querido calidoscopio allá por Julio de 20007: http://www.calidoscopio.net/2007/07Julio/Letras02.html






De vueltas con la no ficción contemporánea

Por Jordi Corominas i Julián

Los tiempos se mueven en función de unas dinámicas concretas que se confirman con el paso de los años. O eso o la no ficción me persigue sin ningún disimulo. Hace justamente un año comentábamos en estas páginas Tor de Carles Porta, monumento de rigor investigativo, algo no muy sorprendente si recordamos que el autor es un periodista con un largo bagaje profesional y un prestigio a prueba de bombas en el campo de la investigación periodística.
La nueva sorpresa llega de Italia y brilla por juventud y coraje. Hablamos de Roberto Saviano (Nápoles, 1979) y su Gomorra, libro que desde su salida editorial en mayo de 2006 ha vendido más de un millón de ejemplares. Editado en su edición española por Debate y en la catalana por Empúries, el libro cuenta los entresijos de la Camorra de Nápoles y alrededores a través de la vivencia personal del autor, quien recorría con su moto los lugares del texto, que en ningún momento puede considerarse una novela, a la búsqueda del conocimiento total de los mecanismos del sistema mafioso que oscurece el brillo de la capital de la Campania.
Gomorra se enmarca dentro de una tradición italiana caracterizada por la necesidad de conocer lo cercano. Al hablar de este tipo de literatura los referentes no son sólo escritos, sino que es inevitable fijar la vista en el neorrealismo italiano y su búsqueda de la verdad cotidiana. Sin embargo, en Saviano hay otra voluntad, de aquellas que te pueden costar la vida. El autor, amenazado por la Camorra, cree firmemente en la presencia de la Historia dentro de la historia cotidiana y por eso se lanzó al vacío de los suburbios napolitanos. A partir de la anécdota, algo que no necesariamente significa brevedad temporal, se puede entender el engranaje que posibilita el éxito de una sociedad mafiosa siempre en transformación. Saviano arriesga, va a vivir al puerto y de este modo nos presenta, el lector siempre es una referencia, como tendría que ser en una justa sociedad de la información, como funciona el enorme mercado de la economía sumergida que exhibe sin pudor el poderío de la nueva China del 2000, que oculta su firma entre ropa de marca, complementos varios y mierda, mucha mierda. Este primer capítulo hace entender el estilo del autor, empeñado sin remedio, dado que necesita beber de realidad pura y dura, en escarbar con dulzura personal y pluma letal las entrañas de un monstruo capaz de tener modistos geniales que, sin saberlo, preparan el vestido de Angelina Jolie para la noche de los Oscars de Hollywood.



El capítulo más periodístico, si bien tiene momentos anecdóticos memorables, es la guerra de Secondigliano, texto fundamental para entender cómo funciona la Camorra y por qué suscita tanta adhesión en determinados sectores de la sociedad, sobretodo en los suburbios, donde la gente vive sin pena ni gloria y acepta trabajos deshonestos para poder crecer en la escala socio-económica, sin que en algunos casos importe mucho la explotación de este rico, pese a la miserable apariencia, tercer mundo europeo. En Secondigliano las bandas, los Di Lauro y los spagnoli, no dudan en sacrificar a pobres yonkis para comprobar si su droga tiene la dosis justa para no matar. En Secondigliano se aprende a usar un arma y a saber de cadáveres en la adolescencia. En Secondigliano podemos ver una Dacha rusa, residencia de uno de los capos. En Secondigliano se encierra el mundo entero bajo las fachadas sucias y la familiaridad del barrio, putrefacto y herido de muerte.

Los otros capítulos hablan de la periferia, el negocio de la basura y la influencia, punto donde Saviano roza lo perfecto en el arte de la observación directa de la realidad, del cine en el comportamiento de los miembros de la Camorra, sobretodo entre los más jóvenes. Algunos de ellos repiten frases de Samuel L. Jackson en Pulp Fiction de Quentin Tarantino, director de influencia máxima, pues por su culpa las nuevas hornadas de la Camorra ya no saben empuñar un arma como dios manda. En general para disparar bien conviene mantener el arma recta, mientras que ahora muchos la ladean al querer ser émulos de héroes de ficción. El cine y la Camorra son opulencia y ridículo. Uno de los capos hizo que le construyeran una casa igual centímetro por centímetro a la de Al Pacino en Scarface el precio del poder. Otro de ellos al ser detenido no dejó de mirar a la cámara, sintiéndose una estrella internacional, actitud contradictoria en un mundo de lo oculto en todos los sentidos, pues, sorprendentemente, los medios dedican poca atención al fenómeno. Aquello que no aparece en los medios, no existe, así se evita suscitar tensión para esconder implicaciones profundas de los que detentan el bastón de mando.

Hablando con el autor pensé en su valentía. Saviano tiene 28 años y toda una vida, eso espero, por delante. Me decía, e insistía entre múltiples citas, que le indigna la ignorancia deseada por unos pocos. Estaba en Barcelona y se escandalizaba. La Camorra mueve mucho dinero en la Ciudad Condal. Y no se dice. No se sabe. O se sabe demasiado bien. Saviano me miraba y hablaba de la droga y la globalización del crimen. También sonreía y era afectuoso, algo que me sorprendió dada su situación. Quizá necesitaba afecto y relajarse hablando con alguien de su edad, sin la tensión de la entrevista de pregunta-respuesta.
Lo considero un literato por su pensar sin pausa sobre el estilo y la forma. Investiga pero aspira a más. Su único problema puede ser haber escrito una ópera prima que marca un antes y después en su temática. Quizá quede marcado y repita la fórmula, como si realizara ampliaciones de Gomorra. Esperemos que su rumbo pueda concretarse en una novela que muestre, es la otra posibilidad que tenemos si queremos reflejar con precisión nuestro tiempo histórico y sus piedras miliares, la realidad de cerca y haga que el lector se sumerja dentro del libro sin remisión pero con placer.

viernes, 17 de octubre de 2008

Entre la crónica negra y la literatura


El martes,en una de las semanas más ajetreadas que recuerde servidor, entrevisté a Isaac Rosa con motivo de su presencia en Barcelona para presentar El Páis del miedo, estupenda novela que trata sobre miedos,inseguridades y muchas otras cosas,entre ellas la gran paranoia de la seguridad en estos inicios de siglo.
Tres días después encuentro esta noticia en EL PAIS y no se me escapa la relación con la novela, donde un padre, Carlos, sufre por el acoso a su hijo hasta hundirse en su propio fango de miedo y temores.

Un padre lanza un martillo a un alumno que agredió a su hijo
Los jóvenes se habían peleado dos veces
ENRIC BADIA - Manresa - 17/10/2008

El padre de un alumno del Instituto Lacetània de Manresa (Bages) agredió el martes a un compañero de la clase de su hijo lanzándole un martillo que, por suerte, no le dio de pleno. El hombre, de 44 años, se vengó de dos supuestas agresiones contra su hijo que tuvieron lugar en las cercanías del centro educativo, aunque fuera del ámbito del instituto.

El progenitor, de nombre Faustino y con domicilio en Sant Salvador de Guardiola, fue detenido tras el incidente por los Mossos d'Esquadra, que, avisados por el personal del centro de la presencia de un hombre con actitud agresiva, fueron al centro y llegaron cuando la acción acababa de producirse. Después de declarar ante el juez, el hombre quedó en libertad sin fianza.

Los hechos tienen su origen en una pelea que los dos alumnos, de 17 años y que cursan estudios en módulos de formación profesional, tuvieron el lunes durante la hora el patio. El martes, a primera hora de la mañana, el padre, que luego resultó ser el agresor, se entrevistó con los profesores del centro. Éstos, además, reunieron a los dos alumnos para evitar que los incidentes se repitieran, pero la mediación no dio su fruto y poco después, a media mañana, aprovechando que durante la hora del desayuno los alumnos pueden salir del centro, se volvieron a enzarzar.

Petición de ayuda
En esta ocasión, la supuesta agresión e intimidación del menor no la efectuó un solo joven, sino un grupo. El agredido solicitó ayuda a su padre y éste compareció minutos después en el centro con una actitud que el personal del instituto detectó como nerviosa. Se cerró el acceso a las aulas, pero el hombre rompió a martillazos el cerrojo de la puerta y se adentró hasta el aula donde se encontraba el presunto agresor de su hijo y le lanzó el martillo, que le provocó una herida superficial, de la que fue atendido y, posteriormente, dado de alta.

La dirección del centro considera que se trata de "un hecho aislado". Hasta la fecha no se habían producido en el centro incidentes de tal gravedad. La concejal del Ayuntamiento de Manresa Aida Guillaumet coincide en la excepcionalidad de los hechos y destaca que "situaciones como las ocurridas no se pueden prever". Ayer el Departamento de Educación no quiso entrar en consideraciones sobre el incidente. "Estamos informados, hacemos el seguimiento, estamos en contacto con el centro", explicaron lacónicamente fuentes del citado departamento.

Los jóvenes siguen escolarizados en el mismo centro y se ha reanudado el proceso de mediación, que en primera instancia no dio resultado.

http://www.elpais.com/articulo/cataluna/padre/lanza/martillo/alumno/agredio/hijo/elpepiespcat/20081017elpcat_11/Tes?print=1

jueves, 16 de octubre de 2008

Kafka y el cine en www.calidoscopio.net


Por Jordi Corominas i Julián

Septiembre es el mes de la vuelta al cole. Así como en la escuela reencontrábamos las heterogéneas personalidades de nuestros compañeros, el cine nos regala nuevas y variopintas películas. Mucho se está hablando de la plomiza Vicky Cristina Barcelona, una alumna con muchas becas barcelonesas, amigos de primera y pocos talentos. La otra cara de la moneda la constituye Che, obra que vuelve a mostrar al mundo cuan curioso y polifacético es Steven Soderbergh, director obstinado en catar todos los sabores del celuloide. El director de Traffic gana dinero con su lobby de amigos en la serie Ocean's para poder rodar obras más arriesgadas y desarrollar su amplio abanico conceptual. Soderbergh es un americano atípico. Alberga un indudable amor por la tradición fílmica de su país –Un romance muy peligroso, Erin Brockovich– que combina con un profundo interés por la historia humana y fílmica. Prueba de ello son El buen alemán, donde la Alemania de la posguerra se ve con una óptica rosselliniana, o Solaris, imposible remake del legendario monumento de Andrei Tarkovski. Sin embargo, la demostración más palpable de sus ansias de desenmascarar tópicos occidentales la encontramos en sus biopic. Soderbergh parece empeñado en denunciar el uso abusivo de camisetas globales con rostros emblemáticos. En su caso antes de Ernesto Guevara llegó Franz Kafka, escritor venerado por los de su gremio. Su apellido parece comercial sin serlo.



En Kafka, la verdad oculta (1991) Soderbergh crea un pretencioso popurrí mezcla de imaginaria recreación de la monótona existencia del literato con la despiadada locura del castillo, donde los complicados mecanismos que rigen el poder reflejan el universo narrativo del biografiado. La parte vital es en blanco y negro con un homenaje a El proceso de Orson Welles (1962) que da paso al castillo, en color para ratificar el cambio de escenario y el debut de la verdadera, incomprensible y secreta pesadilla que atenaza el devenir humano.

Sorprende que la película, que recoge con acierto algunas andanzas nocturnas del narrador checo, no sitúe al protagonista en ninguna sala de cine. El estilo kafkiano no es precisamente fílmico. Sus complicadas estructuras formales y temáticas podrían anticipar el plano secuencia, pero no se adaptaban precisamente al cine mudo de su tiempo, no como el Ulysses de James Joyce, quien con su escena de la masturbación en la playa y los fuegos artificiales escribió casi sin querer un magnífico ejemplo de lo que hoy en día conocemos como montaje paralelo. Sin embargo, Kafka era hijo de su tiempo y en sus notas personales no escasean las referencias al nuevo arte que revolucionaba parte de la cultura popular, dinamizada por la imagen y la velocidad que las transformaciones vanguardistas depositaban en la moribunda sociedad de la belle époque, temerosa ante el inminente cambio de guardia.



El actor, crítico y traductor Hans Zischler se interesó por la relación de Kafka con el cine en 1978. Mientras realizaba un documental televisivo sobre el autor de La metamorfosis se percató del escaso interés que la filología daba a las notas fílmicas del gran amigo de Max Brod. Se puso manos a la obra, buscó las películas citadas en el diario y las epístolas e intentó comprender la influencia que el cine ejercía en el trabajador de una compañía de seguros; el resultado es Kafka va al cine (Minúscula, 2008), libro que recoge la inconsciencia y conciencia ante los primeros pasos del celuloide; inconsciencia porque sin querer muchas visiones y posturas humanas empiezan a cobrar aspecto fílmico. Conciencia por bromas y visiones que Kafka comparte con sus allegados y amoríos, en especial con Max Brod y Felice Bauer.



“Los espectadores se quedan petrificados cuando pasa el tren”. La frase habla de la famosa película de los hermanos Lumière L'arrivé d'un train à la gare de la Ciotat. La brevedad del texto aturde. El narrador asiste al nacimiento. Sorpresa de la imagen. Estupor por el movimiento. Kafka sentía el brío de su época y cuando viajaba por Europa cazaba al vuelo todas las novedades que el camino le deparaba. En 1909 lo encontramos en Brescia mientras observa una competición aérea de la que rendirá noticia para el diario Bohemia de Praga. El artículo es especial porque sirve para entender qué efecto causó el vuelo de los aeroplanos en la mente de nuestro protagonista. Las palabras fluyen, las frases adquieren velocidad y concluyen con una síntesis que imaginamos fotográficamente: “Rodea el poste de señalización, e indiferente al clamor de nuestras ovaciones, gira y va todo recto hacia el lugar del que venía, para convertirse de nuevo y con toda celeridad en un objeto pequeño y solitario”.

Cuando marchaba al extranjero Kafka visitaba los lugares más emblemáticos de las ciudades, comentaba los burdeles con sus amigos y, ventajas de lo mudo, asistía a las salas de cine para ver las novedades de la cartelera además de disfrutar como un niño con todos los medios de locomoción, cinetismo viajero de tren, metro y taxi. En uno de sus aventuras parisinas unos versos en francés resumen parte de la esencia de la cámara, aunque en realidad creemos que lo hace sin meditarlo, con la mente fija en Baudelaire y el flaveurismo, indudable precedente del ojo que todo lo ve con un toque especial, subjetivo. El paseante Kafka –moi je flane, qu'on m'approuve ou me condamne, je vois tout, je suis partout– por el simple hecho de pasear y ver todo se convierte en el hombre-cámara admirador del plano subjetivo con enorme deseo por aprehender el mundo que le rodea; en este sentido la labor del paseante es mucho más grata que el simple visionado del cinematógrafo. Quien camina puede detenerse, fijar las impresiones recibidas y ahondar en la percepción con rápida lentitud; no ocurre lo mismo en el cine y quizá por ello el escritor de En la colonia penitenciaria prefería un ingenio estereoscópico, el Panorama del Emperador, donde podía contemplar imágenes y retener sus más nimios detalles. Su memoria eidética prefería esa mínima relajación, lo que no significa que despreciara las salas de proyección ni el contenido de las primeras obras fílmicas. En la ciudad de la luz visita la faraónica sala Omnia Pathé que Max Brod nos describe con las siguientes palabras: “Así que nos encontrábamos entonces ante la fuente de muchos de nuestros placeres, estábamos otra vez en el centro de una actividad cuyas radiaciones iluminaron al mundo con tanta intensidad que casi no se podía creer ya en la existencia de un centro”. Su incomparable lujo y presencia los deslumbró, acostumbrados como estaban a los cines itinerantes que poblaron Praga entre 1896 y 1907, cuando se instalaron en la ciudad las primeras salas con domicilio fijo.





Los placeres de los que habla dejaron su impronta. Algunas películas, entre ellas La esclava blanca, marcaron el estilo de las notas de los dos amigos sobre sus recorridos vacacionales. La descripción que Kafka hace del teatro milanés Fossati huele a concreción de planos fílmicos: “Teatro Fossati: todos los sombreros y abanicos en movimento. La risa de un niño en lo alto. El programa está tapado por un anuncio publicitario que han pegado encima. Una señora mayor en la orquesta de hombres. Poltrone. Ingresso. La orquesta al mismo nivel que los espectadores. Un anuncio de Lancia decora el techo del salón...”.

Otras descripciones de viaje se asemejan por su tono expresionista a las futuras sinfonías urbanas como Manhattan de Charles Sheeler y Paul Strand (1920), Berlín, sinfonía de una gran ciudad (1927) de Walter Ruttman, À propos de Nice (1929) de Jean Vigo o El hombre con la cámara (1929) de Dziga Vertov.

Por otra parte Kafka se interesa por una de las consecuencias de la siempre creciente popularidad del cine: el declive del teatro y el trasvase de sus actores hacia el nuevo arte. El elegido por parte de nuestro protagonista es el intérprete y artista figurativo Albert Bassermann, quien le impresionó sobre las tablas en Hamlet. Al verlo a través de una pantalla en El otro (1913) siente como si estuviese contemplando a otra persona y juzga que con su cambio de tercio, opinión descorazonadora y llena de frustración ante el antiguo recuerdo, el actor se excluye de su propia magia y toma conciencia de la inutilidad de su despliegue de facultades. Con ello notamos el sólito prejuicio de la “prostitución” actoral ante el dinero fácil, pensamiento que ha sobrevivido hasta la contemporaneidad, si bien ahora incluye las series de televisión como maná del dolce far niente interpretativo. La crítica no impide que uno de los mejores escritores del siglo envíe una postal con una imagen de la actriz Delia Gil a Ottla, su hermana favorita. Otra interesante anotación remite al clamor popular en Berlín por la visita de Charles Chaplin en 1923 a los barrios obreros de la por entonces empobrecida capital alemana.

El cine llega a Kafka hasta en sus sueños finales. El exiliado mental, huérfano e incomprendido ante la vida y la suerte, asiste a la proyección del documental Regreso a Sión y anhela ese paraíso perdido, un nuevo punto de referencia donde no llegará por muerte, tiempo y destino.




http://www.calidoscopio.net/2008/08Octubre/Cine01.html

miércoles, 15 de octubre de 2008

El peor hombre de Inglaterra: Aleister Crowley en www.calidoscopio.net





El hombre calidoscópico:
Vida y milagros de Aleister Crowley


Por Jordi Corominas i Julián

Perdurabo. Maestro Therion. Baphomet. Bestia 666. Laird de Boleskine y Abertarff. El peor hombre de Inglaterra. El ser más perverso de la Tierra. Escalador, mago, pintor, novelista, poeta, bisexual, aventurero, líder religioso, agente doble , drogadicto, notable traductor, buen ajedrecista y ante todo hombre, aunque un poco diferente de los que suelen poblar el planeta, Aleister Crowley fue mil cosas y recibió infinitos apelativos que de por sí indican lo extraordinario del inglés más excéntrico y revolucionario de su tiempo. Su vida fue la de uno de los últimos aventureros libres entre herencia económica, desfachatez moral, cinismo al cuadrado, insolvencia senil y una extraña nobleza que le permitió vivir setenta y dos años con y contra el mundo en su particular laberinto de redomado egocentrismo y divinización aún negando la existencia de los Dioses.

Justo antes del último suspiro afirmó odiarse a sí mismo. Murió en 1947. Los restos de su imperio vagaban entre la mística nostalgia, la locura real en centros psiquiátricos y el recuerdo de un carisma inigualable. Inglaterra respiró y los periodistas del cuchicheo escandaloso perdieron a uno de sus blancos favoritos. Pasaron los años y la música pop-rock tomó nota de Aleister. En 1967 John Lennon lo eligió en su cuota de personajes que aparecen en la portada del Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band. Cuatro años más tarde Jimmy Page compró su casa cerca del Lago Ness y la prensa creyó dar con la clave del éxito de Led Zeppelin: un pacto mefistotélico entre el grupo y el demonio. Los músicos, símbolo cultural de las revoluciones de los 60, olían en Crowley el aroma del espíritu predecesor, un magma brutal superior a los hippies, edulcorada versión de las enseñanzas de la Bestia, enfant terrible victoriano con demasiado individualismo para ser comprendido por sus coetáneos. Posteriormente artistas y grupos como David Bowie, Marylin Manson o Joy Division usaron su nombre o sus obras en más de una canción.

¿Quién era en realidad Aleister Crowley?
Su biógrafo John Symmonds inicia su monumental La gran bestia, editada en España por Siruela, con el deseo de no escribir una palabra más sobre su objeto de estudio. Suponemos que lo dice por haber terminado con un calidoscopio humano imposible de captar en su totalidad. Nacido en 1875, hijo de un millonario alcohólico y evangelista, el joven Edward Alexander no tardó en cambiar su nombre, primer desafío de una larga serie favorecida por la muerte prematura del padre, pistoletazo de salida hacia la dilapidación de su herencia.

Mientras estudiaba en el Trinity College cultivó un fuerte interés por la poesía. Decidió autopublicarse dos libros que suscitaran escándalo y oprobio. Pasaron inadvertidos, abandonó motu propio la universidad y en 1899 cobró conciencia de sus poderes mágicos. Se apasionó por la alquimia e ingresó en la orden hermética del alba dorada, donde conoció entre otros al poeta W.B. Yeats, McGregor Mathers y al futuro monje budista Alan Bennett. Desde ese momento Crowley se adentra siempre más y más en el universo pagano con una actividad que flirtea por igual con lo cínico y lo sublime. Parte de su teosofía nace en sus viajes, que le llevaron al Himalaya en 1903, medio siglo antes que Edmund Hillary coronara con éxito el Everest. Nuestro protagonista es osado e intenta, junto a su amigo Eckenstein, escalar el K2. Fracasa por muy poco, al igual que sucede con el temible Kanchenjunga.

Sus vivencias en Oriente le permitieron descubrir el yoga y la religiosidad hindú. Acrecentó su formación espiritual hacia sendas desconocidas. Durante su luna de miel en El Cairo con Rose Kelly, con quien se casó al pensar que nunca le haría el amor y por eso sería única, su mujer tuvo varios estados de trance, y en uno de ellos comunicó a su marido que el Dios Horus quería entablar contacto con él. Sorprendido, Crowley la llevó a un museo para ver si reconocía al Dios. Lo hizo y dio la casualidad que en el inventario la estela de la revelación llevaba el número 666. Era el preludio del encuentro, en abril de 1904, con Aiwass, que según Symonds es el demonio, quien durante tres días y tres noches le dictó el Liber legis, Biblia de la religión crowleyiana de Thelema, que en griego significa voluntad, si bien creemos más probable que el iluminado inglés sacara el vocablo del Gargantua (1535) de François Rabelais, donde se encuentra el episodio dedicado a la Abadía de Thelema y su lema haz lo que quieras, transformado para la Gran obra en Haz lo que quieras será la ley, frase definitiva para entender las andanzas de Crowley a partir de ese momento. No es nuestro objetivo explicar la fe en Thelema, algo ininteligible para cualquier persona en su sano juicio, como también es harto difícil saber porqué todo tipo de seres humanos, desde licenciados en Oxford hasta actrices de éxito, sucumbieron a la llamada de la Bestia 666. La culminación del sueño del todopoderoso mandamás de su propio credo fue la fundación en Cefalú de la Abadía de Thelema en 1920. Entre 1905 y esa fecha escandalizó a media Europa con la celebración de los misterios de Eleusis, sus extrañas costumbres, su bisexualidad y su exilio en Norteamérica durante la Gran Guerra, período en que, ya medio arruinado, trabajó como agente alemán, aunque siempre defendió que sus textos daban informaciones útiles para que los aliados ganaran la contienda. Lo mejor estaba por llegar.







O lo peor. Ya advertimos. Un calidoscopio tiene muchos prismas. Crowley volvió al viejo mundo con una nueva musa, Leah Hirsig. La designó Mujer Escarlata, una especie de elegida del gran dios Aleister, y vivió una temporada en París, útil para preparar la Abadía y dejar embarazadas de un plumazo a dos mujeres. Ni la sirvienta quedó libre de su desenfrenada sexualidad maquillada en forma de ritual mágico. Los tres se trasladaron a la prometida Cefalú. La comunidad varió con el paso de los años, la mayoría terminaron locos de remate y transcurrieron los días drogados, llenos de religiosidad mientras fornicaban todos con todos hasta la extenuación por amor y veneración al gran maestro, quien por aquel entonces incrementó su adicción a la heroína, entre otras muchas drogas, que le acompañaría hasta el fin de sus días, lo que no le impidió escribir centenares de escritos inevitablemente condenados en el Reino Unido. Nadie es profeta en su tierra. Nadie es considerado el hombre del saco por sus conciudadanos. Nadie se atrevía a escribir The diary of a drug friend justo en 1921, cuando el gobierno británico prohibió la mayoría de drogas.



Tampoco nadie podía salvarse de una orden de expulsión por pertenecer a una sociedad secreta. El ascenso al poder de Benito Mussolini fue el principio del fin de la gran ilusión. Crowley tuvo que hacer las maletas y lo que se intuía una pesadilla para los demás se convierte en el infierno. Su primera mujer murió en un psiquiátrico en 1911. Los compañeros de la singladura crowleyiana vieron casi siempre y sin excepción como su ídolo les ninguneaba. Estaba tan obsesionado consigo mismo que apuntaba en un diario con quien iba a la cama, cuantas substancias tomaba, su situación monetaria. Necesitaba a la gente, vivía en sociedad pero fuera de ella. Sus adeptos eran bienes materiales. Sus mujeres escarlatas objetos magníficos. Y aún así fascinaba y levantaba odio, viajaba y se movía sin dinero y sobrevivía, siempre sobrevivía. Inventaba técnicas de collage, se sacaba de la manga el famoso saludo V de la Segunda Guerra Mundial. Destrozaba vidas. Enloquecían. Se suicidaban. Perdían el camino por el camino.

Sus últimos veinte años fueron la culminación del espectáculo, con el burlador burlado ante tanto ímpetu. Nada es eterno. Haz lo que quieras será la ley. No pagues en los sitios. ¿Qué importa si te echan? El dinero llegaba. La droga circulaba. Las palabras se imprimían y los juicios, durante un tiempo Aleister fue noticia por sus múltiples pleitos, proseguían, no como las erecciones, siempre menores. Cuando se acabó el deseo, la magia se esfumó. El hombre que accedió a la invisibilidad, el dios que se afiló dos colmillos para besar como las serpientes, el individuo contradictorio, admirado por Pessoa, murió en una casa de huéspedes en Hastings el primer día de diciembre de 1947 acompañado de una enfermera.



Su voluntad era ser enterrado en Westminster. Fue incinerado. Como tantos. El aire le acogió y reflexionó durante un tiempo. No sabía si el legado de esas cenizas era una cuestión de energía o de revoluciones aceleradas. Nihilista, orientalista e iluminado. Interesantes vocablos. Llegaron los nubarrones. Se sumaron al debate. La importancia del mal no debía ser desdeñada, máxime cuando el mal logró convocar a tantas almas y vivir de ellas con ahogos, aunque sin problemas, para desarrollar una obra literaria con aspiraciones filosóficas. Llovió. We're Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. We hope you have enjoyed the show. No está mal. Aún no suena. Concepto de vida como espectáculo. Hombre orquestra vestido con extraños ropajes. Shiva. De repente apareció Napoleón. Cruzó los brazos, observó las minúsculas partículas de la bestia y estalló en una enorme carcajada cósmica. Habló Crowley. Su vida, como dijo el emperador un siglo y medio antes, fue una novela.¡Menuda novela! Se esfumó. Aún pulula en el cielo gris.


http://www.panfletocalidoscopio.com/2008/08Octubre/Letras03.html

domingo, 12 de octubre de 2008

Crítica " El Asesinato de Road Hill" en Literaturas.com



El asesinato de Road Hill

Kate Summerscale

Lumen, 2008 (traducción: Roberto Frías Llorens )

Jordi Corominas i Julián

Antes que Jack el destripador irrumpiera en 1888, antes que la ciencia forense pudiese encontrar agujas en pajares criminales mediante la ciencia, hubo un período en que la ingenuidad de la nueva ciencia detectivesca aliada con los naciente influencia de los rotativos lograba mantener en vilo un país durante días, semanas, meses y años.
El 29 de junio la mansión de la familia Kent en Road, un pueblo del centro de Inglaterra, se despertó agitada. La niñera Elisabeth Gould fue a la cuna del pequeño Saville y comprobó que estaba vacía. Las puertas se cerraban por las noches en ese casorio donde dormían doce personas más. La búsqueda concluyó dramáticamente. El niño de cuatro años tenía hundida su cabeza en el retrete del jardín. Ojos cerrados. Sangre en el rostro. Cuello degollado. ¿Quién cometió el crimen?
La luctuosa efeméride fue real, y sin embargo se nutrió de elementos propios de una novela de Agatha Christie. Un espacio cerrado. Muchos seres humanos con motivos para asesinar y vengarse. La segunda mujer. Los hijos del primer matrimonio. ¿Un lío de faldas del señor Kent con su nueva sirvienta? El misterio estaba servido y la sociedad victoriana se relamió ante las noticias llegadas de la provincia. Scotland Yard mandó al más brillante de los hombres de su flamante cuerpo de detectives para investigar. Jonathan Whicher hizo su trabajo con diligencia, sacó sus conclusiones, pero la incompetencia, el celo pueblerino, los medios y la moral, ¿cómo podía una adolescente matar a sangre de su sangre?, ignoraron sus sabias dosis de raciocinio.
El asesinato de Road Hill de Kate Summerscale es una investigación sobre el primer crimen mediático de la Historia. Algunos periodistas disfrazados de críticos han querido vender la obra como una novela de no ficción al mejor estilo de Truman Capote, cuando se trata, simple y llanamente de un ensayo criminal estructurado inteligentemente para mantener la vivacidad del ritmo narrativo. La autora aprovecha la coincidencia del asesinato con los primeros pasos de la ciencia detectivesca para alternar episodios en que se explica la influencia y fascinación que despertaron los investigadores en la época victoriana y mostrarnos sus métodos, basados más en la intuición y el análisis del comportamiento humano que no en laboratorios y huellas dactilares. Por eso cuando el libro llega al lugar del crimen podemos imaginar los movimientos de Wicher, su modus operandi al abordar un caso tan extraño que llegó a calificarse como el más misterioso ocurrido hasta la fecha.
El uso de un cierto estilo propio de la ficción, no tiene por qué engañar al lector. Son tretas narrativas válidas, con cierto tufo a bestseller, para vigorizar el texto; la misma autora explica en la nota final, que en realidad es la introducción a la edición original, que su obra pretende atenerse a los hechos. El problema surge al querer englobar El asesinato de Road Hill dentro de un género. La comparación con la omnímoda A sangre fría es demasiado simple, es buscar en la no ficción una especie de manantial que concierna todo lo investigativo. En ocasiones da la sensación que vender un simple ensayo criminal riguroso con su cometido sea el verdadero crimen. Catalogaciones absurdas que no hacen sino confundir al lector, como si el público cayese en las redes mercadotécnicas que en ocasiones representa la catalogación de un género conveniente para la venda de ejemplares, triste problema cuando la misión de la literatura es el goce y el aprendizaje a través de su magia.




viernes, 10 de octubre de 2008

FEM PAIS en el nuevo BCNWEEK


Fem Pais es una columna de cine donde a partir de una película se desglosan ciertos aspectos de la mentalidad barcelonesa y catalana....para el primer número de la nueva etapa optamos, la otra columna la escribe Núria Ferrer en inglés, por Vicky Cristina Barcelona, previsible elección que a bien seguro provocará la curiosidad de muchos lectores impacientes por leer lo mismo de siempre. Pero me da que no será así, juzgad vosotros mismos.


A vueltas con la identity
Identity és un concurs televisiu on el participant s’enfronta al repte d’endevinar la professió de vàries persones a partir de petits detalls, tot ben amanit amb músiques estridents, llums que provoquen maldecap i un presentador que sembla un macarra de barri.
Catalan identity es el nom del màster que la Vicky, Rebeca Hall, estudiarà a Barcelona, on arriba amb la seva amiga Cristina. Navegant per vàries webs universitàries he vist frustrat el meu desig de seguir els passos de l’amiga de la Scarlett. No sé on puc inscriure’m, com tampoc sé molt bé en que consistiria el programa de tan estrafalari curs.
Si la realitat fos com a Vicky Cristina Barcelona ens espantaríem i cridaríem pel carrer. A la nova Spanish identity, on els individus tenen noms típics de culebrón venezolano, l’educació i els poliglotes van agafats de la mà. In english Maria Elena! When Cristina is at home you must speak english! Deuen ser efectes d’haver guanyat l’Eurocopa i Wimbledon, però em sobtà tanta sofisticació en el macho ibérico Bardem- Juan Antonio. Ens hem transformat antropològicament en bèsties perfectes. Un espanyol del segle XX hagués dit: A ver, ¡Maria Elena! ¡Coño! ¡Habla el puto inglés de los cojones! ¿No ves que Cristina no entiende un carajo de español? Un del XXI també.
BCN identity és una ciutat que és una marca, que és un concurs, que a vegades sembla un parc temàtic i un joc d’ordinador. Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen rebé dos milions de pressupost municipal i els efectes es noten des del primer fotograma. No s’exalta Barcelona: es ven BCN, meravellós teixit urbà on fins i tot les putes del Carrer Robadors semblen poesia i no la veritable misèria d’un barri falsament reformat on un altre cineasta, Alejandro González Iñárritu, roda una pel·lícula on tot seran flors i violes i romaní, ai sí!
El barceloní, preocupat per com deixen part de la seva identity a la gran pantalla, ha acudit en massa al cine. Abans la pela era la pela. Vicky Cristina constata l’existència d’un tipus de ciutadà enganyat pels cants de sirena municipal, homes i dones que han pagat doblement el darrer film del geni de Manhattan. Primer, amb els seus impostos mitjançant la decisió de l’alcalde i els dos milions ja esmentats. Segon, anant a les sales i gastant en temps de crisis els set euros de rigor per veure una obra on he trobat la BCN de sempre i he descobert noves zones de la ciutat. La BCN de sempre es l’eterna aposta turística amb Gaudí com a màxima expressió de la catalan identity i la Rambla com la millor terrassa del món per consumir litres i litres de sangria, sense cerveza-beer.. Les noves zones són un mirall trencat de mentida per a l’espectador mundial, veritable concursant d’aquesta identity de pa sucat amb oli. A BCN segons Woody Allen, amb Hereu d’apuntador invisible, vivim a Pedralbes, mengem a restaurants de primera i podem protagonitzar, única realitat perquè passa a tot arreu, aventures excepcionals, reclam sense fre a Itàlia que ara eixamplem, i això que el cinema era un invent sense futur!, a tota la Via làctia, gran enamorada de BCN sense conèixer Barcelona.

JORDI COROMINAS I JULIÁN


BCNWEEK, SEPTEMBER 2008, N 68

miércoles, 8 de octubre de 2008

El retorno (mejor que nunca) de bcnweek: Crónica negra


Y vuelve con muchas novedades, entre ellas mi sección de crónica negra "Matar en Barcelona"; me encanta poder escribir sobre crímenes barceloneses, pues creo que el género negro llego a ser muy digno y ahora, típico de nuestra época, ha descendido a los infiernos del olvido, entre otras cosas por la aceptación que nuestra sociedad da a la violencia. Sin embargo muchos crímenes tienen el punto fascinante de la locura cuerda, un trasfondo rico y el acicate del descubrimiento, de indagar y avanzar en la resolucón de la trama.


MATAR EN BARCELONA
El caso de la decapitada de la Barceloneta (Junio 2004)

Muchas veces paseamos por las calles de la ciudad e ignoramos con demasiada facilidad sus vivencias, los secretos que se esconden detrás de una puerta o en una esquina perdida en el caos urbano. La primera semana de agosto fue especialmente prolija en crímenes, como si la crisis hubiese desencadenado el terror en la hueca Barcelona, bolsillos vacíos, yerma de habitantes por el obligado tránsito vacacional. La contundencia del crimen se expresa en la continuidad de la vida. Un vagabundo encontró en los contenedores del cruce València-Marina una bolsa con restos humanos. Descuartizados. A pocos metros del lugar del hallazgo los turistas, principales consumidores de la BCN veraniega, disparaban sus instantáneas a la impertérrita Sagrada Familia. La vida sigue igual que diría Julio Iglesias, pero las constantes criminales se repiten.
A las 6.40 de la mañana del 5 de junio de 2004 los primeros bañistas y algunas parejas sin techo para hacer el amor disfrutaban del alba de un nuevo día ajenos a lo macabro. Un indigente se acercó a una bolsa verde depositada a escasos diez metros del mar. Al abrirla entendió el significado del horror. Un cuerpo femenino carente de piernas y decapitado reposaba muerte. Sin vísceras. Aún caliente. ¿Dónde estaba la cabeza? ¿Y las piernas? El o los asesinos parecían inteligentes. Durante los primeros pasos la investigación barajó varias hipótesis mezcla de sociología y nostalgia criminal. Se contempló la opción de las mafias del Este, se habló de métodos similares en Honduras y hasta se especuló con la posibilidad del cirujano experto, lo que recuerda demasiado, y aquí entra la fantasía de la leyenda, a ciertos crímenes acaecidos en 1888 bajo la firma de un tal Jack the Ripper.
El paso del tiempo desmintió la precisión quirúrgica. Una vecina de la víctima- María del Carmen B.V., argentina de 64 años- denunció su desaparición. Se compararon las huellas del DNI de la fallecida con las de la bolsa verde sin esperanza. ¡Bingo! Faltaba encontrar al culpable. Apareció en las dependencias policiales, quizá con el ego subido y sintiéndose inviolable, para declarar de propia voluntad que conocía a la fallecida. Vivían en el mismo inmueble de la Calle Banys Vells, en el barrio de La Ribera. Se contradijo. La Policía investigó y el caso tomó nuevos derroteros. El hombre, un paquistaní, logró convencer a María del Carmen para que le vendiera su piso a bajo precio. Pensaba casarse con ella y esperaba engañarla aún más para conseguir unas tierras que poseía en Almería.
Las sospechas se incrementaron al averiguar que el hombre, junto a dos compañeros de su misma nacionalidad, se trasladó a un piso del barrio de Sants justo en las mismas fechas del suceso. Los detuvieron en diciembre. El juez los absolvió por ciertas contradicciones que no ocultaban la sombra de la duda, su clara implicación, no demostrable al cien por cien, en el asesinato. Un año después de su gesta la arena devolvió las piernas y la testa de la argentina. La superficie las acogió estupefacta y con desdén. El crimen sigue irresuelto.

JORDI COROMINAS I JULIÁN

Bncweek, vol II, n68



foto: claroscur senil, Jordi Corominas i Julián, septiembre 2004

domingo, 5 de octubre de 2008

A la espera de...


La salida de las varias revistas en las que trabajo permanentemente- calidoscopio.net, bcnweek, literaturas.com y quaderni del CSCI- os dejo con un fragmento extraordinario de Nocilla Dream de Agustín Fernández Mallo, de quien comparto, porque acaba creando la unidad más perfecta, la idea de fragmentación. El texto que sigue a continuación es lúcido y me ha hecho pensar mucho en la toma de conciencia del arte de la escritura, su progreso y perfeccionamento. En ocasiones creo que me cuesta escribir más que cuando descubrí su fundamental importancia en mi vida, pero al mismo tiempo considero que ahora soy más cirujano, más preciso y experimental porque con la literatura es imposible no avanzar en la senda del conocimiento de uno mismo y lo que nos rodea.


Fragmento (página 83)de Nocilla Dream de Agustín Fernández Mallo, publicado por la editorial Candaya.


"Lo que interesa es el funcionamiento interno de las cosas, no la simple técnica. Cuando empecé a practicar mi oficio veía todo el buey ante mí. Tres años después ya sólo veía partes del animal. Hoy lo encuentro con el espíritu, sin verlo ya con los ojos. Mis sentidos ya no intervienen y mi espíritu actúa solo y sigue solo los ligamentos del buey. El cuchillo corta y separa, sigue las fallsas y hendiduras que se le ofrecen sin esfuerzo. No toca ni venas ni tendones. Cuando encuentro una articulación, localizo el punto difícil, lo miro fijamente y con un golpe certero lo corto. Con el cuchillo en la mano me yergo, miro a mi alrededor divertido y satisfecho, y tras haber limpiado la hoja, lo envaino. La actividad se ha transformado y ha pasado a un plano superior. Ésta es la concentración que hay que seguir en toda actividad, por cotidiana que sea, de la vida" ( El libro del zen de Zhuangzi)



Si el macropoemario Paseos simultáneos ve la luz se entenderá mejor este post. Para saber más de cómo piensa y escribe Fernández Mallo os recomiendo la entrevista que le hizo mi amiga y jefa calidoscópica Sonia Antón Ríos: http://www.panfletocalidoscopio.com/2008/07Septiembre/Letras01.html




Foto: momento inicial de unión total de fragmentos de Paseos simultáneos, Barcelona, 1 de abril de 2008. El oso y el koala no colaboraron en el proceso.