martes, 31 de marzo de 2009

Balada del delineante en Calidoscopio




La idea de la suite poética me sigue obsesionando. A la espera de un veredicto y de la expansión, en breve tendréis noticias del tema, de loopoesia, aquí tenéis "Balada del delineante", donde el surrealismo no es tal y los enlaces generan unidad.





Balada del delineante
Por Jordi Corominas i Julián


EXPULSIÓN
Dicen las malas lenguas
que los galgos comen
caviar
desde que me expulsaste
de nuestra hipoteca por
llorar 50 años de ahorro
mientras en el plus
pasaban un documental
de Penélope Cruz.

Privado de carga
crucé el umbral
y penetré en cuevas
urbanas donde la
ausencia de sonido
era muerte nocturna
de pútrida rutina
de salmos laborales
y radios de medianoche
demasiado aliñadas
de purpurina incapaz
de aliviar mi dolor,
demente forma de
rechazar que mis cuernos
eran mella de mecha,

EXPLICACIÓN
endeble tentación
del canoso casanova
reacio a jubilarse
ante carnes de tanga juvenil.

Sin alma llamé a un taxista
negro en Alcobendas, le
proclamé mi deseo de
ir hasta Alcorcón y
en mitad del camino
calamos el motor
al lado de un toro
falso de Osborne
con borlas navideñas
y dos borrachos durmiendo
bajo su vientre

CEMENTERIO
hinchado por meadas
angelicales cuando
el bajo sonaba
arriba con la
prudencia de quien te
avisa del cementerio
en ruinas detrás de
las vallas de la naturaleza
abolicionista de violaciones
para permitirte
ir con el más allá,

CHACHA
rejas caducas
colmadas, chachas
tristes e impotentes
por no poder
leer lápidas desde
Su ignorancia
(así lo dijo doña Pilar)
alfabeta, rayos X
de tempestad surcaron
nuestro aire y escapamos
de radiografías celestiales
corriendo hacía el resquicio
de luz artificial del templo

AEROPUERTO
carente de azafatas
de vuelo suplidas por
vagabundos ensimismados
en plásticos duros de peligroso
terciopelo de embarque ajeno
a la algarabía del funambulista
holandés con rostro de Apolo
etrusco, invulnerable en su fatiga
de trastiendas mentales expulsadas
en voces arcanas advirtiendo la
urgencia del hospital

HOSPITAL
para dilucidar su
lucha entre diluvios
y gaviotas en la rebotica
de la gran historia desteñida
sin rojo.

Robó un cadillac antes de darnos
Una webcam, consumió todo
el champagne y sus saltos
sazonados con inercia lo
propulsaron a la blanca
sala de espera, ventana
reminiscente de naves
industriales donde
su abuelo sudaba
gotas de pobreza olvidadas
al irrumpir una enfermera
pechugona con una cesta
de frutas en la sanitaria
soledad silenciosa, peras

ELIXIRES
benéficas con receta
al desierto para
evitar nostalgia senil
antes del toque de
queda.

Reíamos por su mueca JAJAJAJA
imberbe, reíamos por
su pliegue arabesco
cuando arqueaba cejas
isabelinas husmeando
la salida hacia la arena
colorada, toda falaz,
Estadio de fútbol
de una tarde dominical, Perchè perchè
Goles geométricos
Gordos dantescos
Rubias ensimismadas
Madres abnegadas
inútil vacío yermo
ausente de presencias
para allanar verdades

DESAZÓN
necesarias en la superficie
glotona de mentira,
pletórico arroz psicológico
trompe l’oeil beneficiario
a la rica selección con
lotería para la mayoría,
durmiente mientras
los aviones reposaban
y la energía tecnológica
anulaba la señal neerlandesa,
perdida cuando aceptaba
su normalidad ante
una red traspasada, un
hombre al suelo y
volteretas extravagantes
de argentinos con acento
canario diferente al
del pájaro enjaulado
que coreaba

AMO
el nombre de su amo Juniperio del gran poder Juniperio del gran poder
afamado agente bursátil
con salida hacia
Viena a las 8:40
en la puerta 32
en la puerta 32
Iberia, Ikea, Eritrea Thompson fly
Orson, Johnson, Larsson
Siemens, Eminem, M&m’s
son acciones pasadas, mi
divisa es el no del sí,
vivo aislado en tuberculosos
tugurios odiados como
si fueran masonerías
decimonónicas, escaso
porcentaje de gran dividendo
mientras vosotros sudáis
por papeles y aguinaldo.
Puerta 32
puerta 32
adiós, mi nombre es Pio Pio Pio

PRELUDIO

Pip Pip Pip Juniperio del gran poder
Fanta de limón
lunes al sol
ampliado a
martes de carnaval
bolsillo deficitario
dos sentados
Beckham en la estantería
policías en Boteros
sexo clandestino
lavabos drenados
ninfas de pacotilla
y espera de la nada
condensada en
reflejos de anuncios She repeats her presence
poco wittgenstenianos
con la condena del
no retorno
grabada en la sien

LIBERTAD
cuando el secuestro
de los micrófonos
brotó inesperadas
voces nuevas
“Si quéreis superar las apariencias
debeís pensar que hay sitios
de esta tierra que nunca nadie
ha pisado”
Caminamos




http://www.calidoscopio.net/2009/03Marzo/Letras21.html

Foto: Jordi Corominas i Julián

miércoles, 25 de marzo de 2009

Los kioscos, la frontera y los perros en Revista de letras


Los kioscos, la frontera y los perros
Por Jordi Corominas i Julián | Portada | 24.03.09


“Don’t ask me what I want it for
If you don’t want to pay some more”
( Taxman, The Beatles, 1966)

Los acontecimientos de la semana en la ciudad de Barcelona se han centrado en los perros. Por una parte la nueva perrera municipal tardará cinco años en ver la luz, oscurecida el miércoles en el centro por unos señores de azul medio enmascarados que trataban a jóvenes ciudadanos con libros en la mano como si fueran el mejor amigo del hombre, especie que blande la porra con alegría cuando se trata de acallar voces de malestar.

La evolución de la sociedad desde la caída del muro de Berlín ha creado dos realidades paralelas. Siempre han existido, no lo negaremos. Sin embargo, la primera década del nuevo siglo, con su trágica conclusión, ha cargado las tintas hasta límites insospechables en lo que concierne al cinismo para con el ciudadano, ignorado y vilipendiado por una línea dura basada en la limitación de sus derechos. El Estado del Bienestar va esfumándose mientras se consolida, iba a escribir nace pero sería una falsedad, un nuevo orden represor que elimina cualquier posibilidad de democracia directa para convertir el menos malo de los sistemas en una mascarada con rumbo a la victoria del conformismo aliñado con profundos valores consumistas y mofa absoluta a las necesidades de la mayoría, desgraciadamente silenciosa.

¿Seguro?

Hay muchas maneras de rebelarse. A finales de 2006 el ayuntamiento de Barcelona aprobó una nueva división de los barrios de la capital catalana. 73 fragmentos de una unidad para elaborar mejores equipamientos de proximidad, permitir la elección directa de los consejeros de distrito, organizar fiestas mayores para cada tesela del mosaico y ayudar a crear comunidades que sientan el espacio como algo suyo. Fer barri. Expresión preciosa y mentirosa con significados oscilantes. No es ninguna novedad. En Barcelona siempre nos movemos por las caras de Jano. La que va de frente es BCN, famosa por vender el producto urbano con encanto y autobombo para dar una imagen buenrollista, sostenible y de izquierdas.¡Visc(a) Barcelona! La de detrás sufre la amplitud de miras de su partenaire. Barcelona ve la explosión de BCN a base de sacrificar, sin que importen las divisiones administrativas, barrios de toda la vida para convertirlos en espacios controlables, compactos y con la monotonía de lo burgués prefabricado, IKEAS del despilfaro. El sabio Manuel Delgado lo advierte en La ciudad mentirosa. Fraude y miseria del modelo Barcelona. Nosotros lo corroboramos. El Raval es el máximo ejemplo. Las prostitutas de la calle Robadors conviven con el majestuoso hotel que domina una parte del Raval, una ancha avenida destructora de la antigua e intrincada trama callejera del mítico barrio chino, donde ahora miles de inmigrantes se agolpan en escuchimizados inmuebles a la espera de la reforma que los expulse y sitúe en lujosos y homologados pisos a los extranjeros que desea el gobierno de la ciudad condal: caucásicos, liberales y con capacidad adquisitiva. Todo por la patria pero sin la patria.

1Las fruterías son lugares milagrosos, llenos de sabores, colores y sensaciones. Hace poco dialogaba con un amigo sobre la motivación del recuerdo frutal a la hora de elegir un tipo de hortaliza e inventamos un libro. Ayer me acerqué a la frutería del barrio y hablé cinco minutos con su dueño. Es un hombre dicharachero que no puede comer fruta por recomendación médica, colmo de su profesión, donde la competencia, como en tantos otros aspectos de la existencia, es sucia y desleal. A Jaume le fastidia que una cadena de alimentación haya ubicado un negocio similar a cinco escasos metros del suyo. No Importa. Nuestro amigo siente orgullo por ser capaz de engendrar un punto de encuentro para su comunidad, un sitio donde pueda respirarse la idea de barrio y la gente tenga familiaridad con sus semejantes a través del contacto cotidiano. Estas relaciones son las que verdaderamente delimitan las fronteras urbanas, no las imposiciones municipales, ajenas al sentimiento popular y a una visión geográfica de pertenencia basada en pequeños detalles incomprensibles para los que mandan, que aunque parezca mentira también fueron niños y, quizá, se sintieron identificados con las calles que les vieron crecer.

Las principales metrópolis de la actualidad se salvan de la deshumanización mediante pequeñas parcelas periféricas, enclaves alejados del centro, dios todopoderoso lleno de atractivos que anula la personalidad de sus negocios al disponer de múltiples abanicos de lo mismo. En cambio, el barrio ofrece puntos de referencia desprovistos de comercialidad letal. Empecemos nuestro recorrido por el Guinardó. Salimos del metro y topamos con un kiosco que, desde que tengo memoria, dirige un señor medio paralítico a quien ayuda su mujer. Su establecimiento es un punto neurálgico que en el pasado recibía su complemento con la churrería del doble del cantante de Amistades peligrosas. Recuerdo encontrarme en ese lugar con gran parte de los niños de mi zona para degustar patatas fritas y otras finuras de primera clase. La construcción de un centro deportivo la alejó del kiosco hasta que desapareció engullida por la construcción municipal, situada a dos pasos del estanco, punto de reunión para comprar tabaco y lanzar ardides a la suerte con la primitiva o la quiniela. A diferencia del mecanicismo verbal del centro, cuando pides tu cajetilla te preguntan cómo estas y por la familia. Puede ser que te estés yendo y, de repente, irrumpa una vecina con ganas de discurrir sobre los cambios en la escalera o, inevitable, el buen tiempo de toda la semana, insólito después de tanto frío invernal.

De la climatología podemos hablar con cualquiera. Aún así, les puedo asegurar que no es lo mismo comprar en un supermercado de barrio que en uno más céntrico. El otro día fui a uno de Gracia, barrio pueblo que lucha por no perder su singularidad, y me decepcioné. No tenían cuajada y las cajeras apenas abrían la boca, no había ambiente verdulero, algo que sí ocurre en Rambla Volart, donde las chicas chillan, ríen y superan el aburrimiento de las horas estáticas con ocurrencias y algarabía. A veces, cuando las veo en sus gloriosas actitudes tengo una gran duda. ¿Su comportamiento es natural o responde al cliché de recientes películas españolas? Almodóvar y Fernando León serán grandes cineastas, pero puede que también sean deformadores de la realidad al hacer que sus ficciones creen comportamientos estereotipados fuera de la pantalla.

Si abandonamos el supermercado y descendemos hasta Paseo Maragall, frontera lingüística entre el catalán y el castellano, encontraremos en un radio de quince metros cuatro negocios emblemáticos: la panadería, la farmacia, un estanco y otro kiosco. Comprar el pan en el mismo sitio aporta familiaridad, aunque en el caso que me concierne ésta se ve rota por el constante rotar de las empleadas, no pasa una semana sin que me cambien una, con lo que es imposible entablar amistad y otras cosas. No ocurre lo mismo en la farmacia, donde los boticarios pueden recordarle a uno lo guapo que era de pequeño al tiempo que se ríen por las quejas de la estanquera, hasta las narices por el reflejo del dorado cartel de la apoteca.

El ayuntamiento dentro de su campaña de mejora de la vida de las pequeñas comunidades que forman la ciudad ha optado recientemente por reformar los mercados para sellar antes su defunción.

Concluimos nuestro recorrido en el puesto de periódicos de Paseo Maragall. Lo lleva un matrimonio majísimo. Magda, a la que operaron hace poco de la garganta, se queja con mucha gracia y habla con los clientes. Antonio es más seco por las mañanas. Tiene mal despertar y hasta mediodía no se anima a bromear. Ellos, junto a la inefable costurera loca de amor por su marido, configuran los elementos esenciales que permiten al Guinardó considerarse un lugar con idiosincrasia configurada que lucha por mantenerla ante los embates siempre más rotundos del monstruo homologador, dichoso con la dispersión, el mismo ayuntamiento considera pernicioso juntar a muchos miembros de un mismo grupo étnico en un enclave análogo, que permite control y falta de identificación auténtica; sólo queda el artificio y la derrota que salvan parcialmente los emprendedores optimistas, inconscientes refundadores de la antigua tradición del aquí nos conocemos todos que antes posibilitaban otros sitios clásicos de la vida de barrio. El ayuntamiento dentro de su campaña de mejora de la vida de las pequeñas comunidades que forman la ciudad ha optado recientemente por reformar los mercados para sellar antes su defunción; las obras, otro gran problema, regeneran y aniquilan. Muchos son los vendedores que no han resistido el traslado a una extraña carpa que desubica al cliente y desangela la magia pasada, cuando íbamos con nuestra cesta de mimbre, perdíamos a nuestra madre y, sin darnos cuenta, charlábamos con desconocidos bien inofensivos al ser, rara era la excepción, vecinos que usaban las vetustas instalaciones del mercado como sitio indispensable para llenar la despensa con mercancía de calidad.

Cuando camino y veo el asfalto levantado e intuyo nuevas construcciones reprimo un grito cargado de dolor. Con el cambio negativo, vendido con áureos ropajes, los señores que recaudan y usan mis impuestos se dan el lujo de eliminar paulatinamente señas de identidad mientras enarbolan la sucia bandera de una buena gestión que nadie percibe. El acabose llegará cuando también se carguen a los locos de cada barrio, hombres reconocibles sólo por unos pocos escogidos que saben de sus andanzas y movimientos al compartir espacio de convivencia. El loco del Guinardó, un antiguo conserje universitario, reposa en las plazas de aparcamiento y adora las bolsas de plástico. Sin saberlo es un símbolo de la destrucción futura. Cada vez se le ve menos, y cuando aparece va mudándose de parking cada media hora para pasar desapercibido mientras devora galletas y sostiene un periódico. Un día desaparecerá, y su pérdida significará un adiós a la posibilidad de la diferencia, como si su despedida significase la victoria de la normalidad impuesta ante lo diferente habitual, la esencia que durante siglos ha marcado el ritmo a la humanidad. Mientras haya resistentes creeremos en la utopía.

Jordi Corominas i Julián
http://corominasijulian.blogspot.com


Como siempre que hablamos de la revista de letras conviene que visitéis el original, por fotos y vídeos: http://www.revistadeletras.net/los-kioscos-la-frontera-y-los-perros/

domingo, 22 de marzo de 2009

Tres años de Panfleto Calidoscopio: en el camino


EN EL CAMINO: TRES AÑOS DE CALIDOSCOPIO

Nuestro panfleto cultural (o culturheterogéneo como nos llamábamos al principio) acaba de cumplir tres años. Por ello, hemos elaborado un monográfico en el que dejamos de ser un panfleto (bueno sí, es verdad, mentimos descaradamente, esto nunca ha sido un panfleto en el sentido estricto) y nos convertimos en una revista que celebra su aniversario.

Desde marzo de 2006 el panfleto cultural (calidoscopio.net o a través de panfletocalidoscopio.com) ha publicado 30 números en la red, algo que ahora, mirando hacia atrás, nos parece asombroso y también fantástico. Hemos aprendido tanto juntos que en este número especial hemos querido traer precisamente el camino, este que emprendimos, como hilo conductor del número de marzo-abril. Un camino con muchas lecturas, metáfora incesante del ser humano, de nuestro caminar constante, de nuestro pensamiento siempre en evolución. Como en ocasiones anteriores (otros monográficos: erótico festivo; cafés, bares y clubs y el mar la mar) hemos invitado a muchos amigos a participar en esta celebración con ensayos, cuentos, poemas, hiperbreves, reportajes fotográficos…

Somos afortunados y, a lo largo de este recorrido, hemos tenido la suerte de recibir cada vez más visitas, desde las 700 del principio hasta las 12.000 de ahora (quizá para muchos internáutas una cifra normalita, pero para nosotros algo realmente emocionante); visitas de gente de todos los rincones, pues además de las españolas, con un cincuenta por ciento, el resto provienen de México, Estados Unidos, Argentina e Italia, entre otros muchos países. ¿Qué mayor alegría que saberse correspondidos? Y ¡qué miedo!, pues la responsabilidad aumenta con cada comentario, con cada correo electrónico que recibimos cuando alguien saluda y dice luego "quiero recibir el panfleto".
A todos los que nos siguen: muchísimas gracias. Es un placer y un honor tenerles como amigos. Asimismo, aprovechamos para agradecer a nuestros colaboradores su desinteresada participación. Gracias por enseñarnos y mostrarnos lo que saben y lo que imaginan.

¿Y no es acaso Internet el camino común de nuestro siglo? Hemos cambiado las líneas rectas para circular sobre las redes invisibles que, como neuronas, como una tela de araña, nos ofrecen más de un camino por el que transitar, avanzar y volver. Y en el camino nos encontramos, nos leemos y nos conocemos. En definitiva, añadimos un vehículo más a través del cual conseguir nuestro fin: saber más y disfrutar conociendo.

Un saludo y felices lecturas



sumario especial 3 años 30 números



El esplendor del paisaje
Por Félix Andrada


Las uvas de la ira,
apuntes on the road
Por Jordi Corominas i Julián





Viajar a través del espejo
Por Anna Maria Iglesia



Sounds like Brooklin
Por Adrià Garriga Far





Las formas de la velocidad
Por Carmen Ortega Chamorro



Viaje al fin de la noche
sobre las olas
Por Ana Ciurans





Antes de las road movies
Por Jordi Corominas i Julián



Moleskines y macs
Por Raúl Muniente Sariñena





Tres devoluciones para
El infinito viajar
Por Sergi Bellver



Coyote de Chema Rodríguez
Por Clare Gaunt






Espacio inventado especial:
en el camino

Las sombras inexistentes del aire
Por Antonio Gómez Rufo

Los signos
Por Norberto Luis Romero

Las distancias subterráneas
Por Juan Jacinto Muñoz Rengel

Alucinación en el camino
tras leer a Claudio Rodríguez
Por Jesús Alonso

Una foto mía en la Rue Mouffetard
Por Luciana Ferrando

Entrevista con George Heartmines, paseante profesional.
Por Jean Martin du Bruit

Poemas
de Miguel Ángel Gara

El día del helicóptero
Por Pedro M. Martínez

Imagen, música y silencio
Por J. L. Mahura

Los ojos de Sara
Por Carmen Moreno

Dos Piedras
Por Judit Ortiz

Algunos poemas de
Ana Pérez Cañamares

Terra incógnita
Por Miguel Baquero

Los surcos
de la esquiadora de fondo
Por José Luis Muñoz

La casita de cartón
Por José Ramón Huidobro

En el camino
Por Cristina Padín Barca

Un poema
de Rubén García Cebollero

Balada del delineante
Por Jordi Corominas i Julián

24 horas en la cabeza de una pija
Por Juan Felipe Gil Ramírez

El hombre que quería
ser Harry Dean Stanton
Por Laia López Manrique

Corredores
Por Sara Bernuy

El anhelo del segundo
Por Sonia Antón Ríos

Prohibido tirar de la anilla
Por Hugo Izarra




WWW.PANFLETOCALIDOSCOPIO.COM

viernes, 20 de marzo de 2009

Matar en Barcelona en Bcn Week 73




La Viuda Negra


by Jordi Corominas i Julián

Hacía calor. El verano de 1992 fue histórico para Barcelona. Los Juegos Olímpicos presentaron al mundo entero la nueva imagen de una ciudad que iba transformándose en marca. En la superficie, lejos de la historia en mayúsculas, el paso, aún imperceptible, de la Guerra Fría a la globalización se expresó con veneno y avaricia. Dos sones antiguos que enlazaban con la modernidad.

La familia real británica tuvo en 1992 un annus horribilis. Everybody had a hard year, que diría John Lennon. También lo fue para Carmen Nuez, anciana de 74 años que a lo largo del año perdió a su marido y a su hijo. Desde que su nuera Margarita Sánchez vivía con ella en su domicilio de la calle Caballero todo fueron problemas y hasta, algo insólito, su salud empeoró, siendo ingresada cinco veces en el hospital.

Margarita Sánchez, la viuda negra de L’Hospitalet, nació en Málaga el 26 de diciembre de 1953. Se trasladó a Barcelona y conoció a Luis, conductor de metro, con quien acabaría casándose. Nunca fueron una pareja bien avenida. Marga tenía un carácter difícil que se manifestaba en su tendencia a protagonizar trifulcas callejeras. Los dos hijos del matrimonio tampoco dieron la felicidad al marido, alcohólico y ludópata, lo que, unido a la chirriante personalidad de su esposa, empeoró la convivencia matrimonial desde 1983.

Ocho años después abandonaron su piso en la calle Riera Blanca, en la frontera de Barcelona, para acompañar al padre de Luis en su delicada convalecencia de una operación del cuello. Esa era la excusa caritativa. La realidad era otra: los habían desahuciado de su piso.

Carmen Nuez y Margarita Sánchez nunca se llevaron bien. La vieja y la cuidadora de ancianas se odiaban y no había marcha atrás, sólo crecimiento compulsivo. Su aversión se transformó en miedo el 3 de agosto de 1992, fecha en que apareció muerta a escasas calles de su casa Rosaria, una vecina de setenta años que vivía entre basuras pese a tener una más que respetable cuenta corriente de la que desapareció un millón de pesetas. ¿Y si su nuera la estaba envenenando?

A mediados del mismo mes, el temor de Carmen cristalizó en pánico cuando su hijo Luis se desvaneció en Travessera de les Corts. Falleció el 26 de octubre por paro cardioespiratorio y encefalopatía posanoxia cerebral. El fallecimiento del conductor de metro fue el drama perfecto para echar a Margarita de su casa. La reemplazó una sobrina y desde ese momento la salud de la anciana no hizo sino mejorar.

El 11 de mayo de 1993 Margarita volvió a L’Hospitalet. La acogieron, justo enfrente de su anterior domicilio, su hermana y su cuñado José Aracil, ignorantes del infortunio que alojaban en su propio hogar. Marga tenía buena relación con un vecino del inmueble donde otrora habitó, Manuel Díaz Rojas, de 57 años de edad: apareció muerto en mayo de 1993. En Julio, José Aracil ingresó dos meses en el hospital, falleciendo el 14 de agosto.

Se instaló una calma chica hasta que a finales de verano de 1995 José Antonio Cerqueira y Piedad Hinojo, vecinos de la viuda, pasaron una larga temporada en el hospital como consecuencia de sendas intoxicaciones. Durante el ingreso de José, desapareció medio millón de pesetas de su cuenta corriente.

Marga vivía con una constante necesidad de dinero. Por las mismas fechas de su retorno a la segunda ciudad de Cataluña, varias fueron las personas que hablaron con la policía sobre una mujer que, acompañada por sus hijos, timaba a los usuarios del metro ofreciéndoles electrodomésticos de alta gama a bajo precio. Provocaba compasión con los papeles de su difunto marido y vendía el inexistente producto a cambio de una paga y señal sin recibo.

No fue difícil seguir a la viuda negra. Desdichada desde su infancia por su estrabismo, muchos la conocían como la tuerta; su defecto visual hacía de sus paseos por la calle un espectáculo que desconcertaba. Se giraba constantemente, aunque siquiera pensaba que alguien la seguía: hacía recorridos sencillos y era una morosa reconocida que pagaba a crédito.

Estaba en el punto de mira, pero algunas piezas no encajaban. Margarita era analfabeta, por lo que la policía no llegaba a entender cómo podía conocer los efectos de la cianamida cálcica, compuesto principal de un fármaco que se suele administrar como complemento de otros medicamentos psicoterapéuticos para sanar a los alcohólicos. Su ingestión combinada con el vicio más tolerado en nuestra sociedad provoca confusión generalizada, dificultades respiratorias, baja de tensión, vómitos y sudoración. Fue la sustancia encontrada en el cuerpo de sus víctimas.

En abril de 1996 las fuerzas del orden registraron una de sus moradas y encontraron la cartera de José Antonio Cerqueira junto a las joyas y la documentación de Piedad Hinojo. El 19 de junio del mismo año Margarita Sánchez y su hija Sonia, quien declaró desconocer el significado de la palabra homicidio, fueron arrestadas por cometer cinco asesinatos.

El juicio deparó sorpresas. La sentencia condenó a la viuda negra –apelativo que recibió por su ilustre antecesora, Marie Bernard– a 34 años de prisión por tres delitos de lesiones, otros tantos de robo con violencia y un delito de falsedad. La absolvieron de su carnicería de terciopelo al no detectarse casos de muerte por cianamida y porque la intención de Marga era drogar a sus familiares y vecinos para robarles, no para acabar con su existencia, algo que desde aquí nos permitimos poner en tela de juicio, en especial si pensamos en su pobre marido y en Carmen Nuez, quien pasó a mejor vida al poco de ser detenida su querida nuera.


Guión y dibujos: Jordi Relaño/Iván Córdoba

miércoles, 18 de marzo de 2009

La muerte sobre Ruedas en Bcn Week


LA MUERTE SOBRE RUEDAS
El Guitarrista en la Morgue


by Jordi Corominas i Julián

Herodio Hematocrito aparece como No Conectado. Recibirá los mensajes que le envíes la próxima vez que inicie sesión. Mi contacto estaba muerto en el Messenger. Pulsé 4 teclas, dejé un saludo y se obró el milagro de la resurrección. Una amiga me habló de un guitarrista que trabajaba, cosas de vivir en Barcelona y tener menos de treinta años, en la morgue. Morgue. Extraordinaria palabra. Evoca a Edgar Allan Poe y te traslada a grandes obras de la historia del cine como... ¡mecagüen mis muertos! Ahora no me acuerdo de ninguna, pero mi limitada memoria, siempre menor a medida que mis horas van agotándose, agita la visión de un Tom Cruise desquiciado en su afán de encontrar en el depósito de cadáveres a su hermosa partenaire de la fiesta enmascarada. Eyes wide shut.

El siglo XX ha contribuido, con sus virtudes y excesos, a configurar en el inconsciente colectivo la imagen de la señora de la guadaña como una estadística. El Titanic y su derrota ante la naturaleza iniciaron una senda imperfecta que con el progreso tecnológico fue ganando precisión, aunque aún hoy en día algunos fanáticos con sotana nieguen el Holocausto.

Vivir, comer, reír, follar, dormir. La sociedad del ocio disipado y larga esperanza de vida no piensa en la muerte. Por eso cuando algún hecho luctuoso se acerca más de la cuenta elevamos las antenas. El peligro de la innombrable es real. La escasa relevancia del último suspiro nace a partir de un exceso de información que provoca el olvido y lleva a la distancia, inútil truco de ignorancia derribador de barreras seculares. ¿Existe la morgue? ¿No es una ficción narrativa? ¿En serio es todo como en CSI Miami?

(1:06AM) Jordi: ¿Qué tal tío? ¿Te dijo María Helena lo de la charla?
(1:07AM) Herodio: Sí. ¿Qué tal todo? Fliparás palomitas.
(1:07AM) Jordi: ¿Qué haces exactamente?
(1:11AM) Herodio: Ahora chateo contigo, pero ya sé que quieres que te hable de las profundidades de mi abismo laboral, jajaja.
(1:11AM) Jordi: Algo así, dispara, venga.

Alguien tiene que trasladar los cuerpos a esa habitación sin vistas. Ese hombre es Herodio Hematocrito. En términos técnicos su ocupación es la de auxiliar sanitario. Él se autodenomina piloto de camillas porque, en los pocos ratos libres de los que dispone en el trabajo, se lo pasa bomba con las carreras de velocidad por los pasillos, un pequeño alivio en su tarea de transportar enfermos por el hospital. Dentro del cuerpo de camilleros hay puestos con funciones especiales. Uno de ellos consiste en transportar los fallecidos a su penúltima morada, la morgue, una estancia llena de neveras en que se consignan los cuerpos. Muchos van directos a la furgoneta del tanatorio; otros en cambio pasan más horas congelados al ser donantes de órganos a los que se les realizan extracciones.

Herodio suple al auxiliar que cumple esa función. Tiene un busca para estar localizable en todo el arco del recinto sanitario. El aparatito suena sálo para informar de un exitus. Una persona ha dejado de respirar para siempre. Nuestro amigo les llama fiambres o callaos. Considera que callao es más entrañable, así intenta que su mano a mano con la dama negra sea más llevadero. La rutina anula impactos y el corazón adquiere hielos protectores. En ocasiones el intrépido camillero tiene que entrar en boxes donde la familia llora la pérdida. Ora et labora. Abre el sudario, introduce el organismo exánime, pon cara de póquer y diles con amabilidad a los allegados que no pueden acompañarte. No te preocupes si vas a una sala con un óbito inesperado. Ya se te han secado las lágrimas de ver tanto desconsuelo ajeno. Casi, casi conviene recordar una canción italiana y entonar c’e chi aspetta la pioggia per non piangere da solo. Sigue esas reglas y circularás por el camino sin obsesionarte con tu cometido, influencia inconsciente que hace enfocar parte de las cosas, sean sociales o artísticas, de manera distinta. Puedes portear la parihuela con toda naturalidad, no es muy distinto a cualquier otra labor; la diferencia estriba en enfrentarse a un hecho humano que sigue siendo un gran tabú que pierde trascendencia si lo incorporas a tu cotidianidad y lo aceptas como quien gana su sueldo reponiendo yogures en el supermercado. Muchos camilleros consideran que es menos duro ver a un fiambre que a cualquier persona llena de tubos mientras agoniza en la UCI. Al fin y al cabo tratar con un muerto es más tranquilo que hacerlo con un vivo, duele menos subir una escalera con dos piernas que ver amputaciones y el sueño inocente de quien acaba de perder un trozo de sí mismo y despertará incapaz de aceptar una nueva pesadilla.

(1:29AM) Jordi: Oye, cuéntame alguna chocante, de esas que se te ponen los pelos como escarpias.
(1:31AM) Herodio: Tampoco creas que me recreo tanto con los callaos.
(1:31AM) Jordi: Va hombre, no seas terco, suelta alguna memorable.
(1:35AM) Herodio: No hay nada de necrofilias ni necrofagias. Aunque ahora que pienso tengo un par que te gustarán...

Un par no. Efemérides a carretas. Una destaca sobremanera. Un miércoles por la noche recibió una llamada a su querido busca. Le reclamaban para un servicio en la habitación 11.1. Llegó, vio y procedió a cargar, nunca mejor dicho, con el muerto, cuando de repente giró el cuerpo y captó resistencia por parte del fallecido, vivito y coleando pese a su avanzada edad. Nunca hay que matar al mensajero, pero esta vez se había equivocado de número. El callao estaba en la 11.2.

(1:41AM) Jordi: ¿Y la música?
(1:43AM) Herodio: Ya me conoces, tampoco toco black metal. Mi aspecto tampoco luce en negro.
(1:43AM) Jordi: Me refiero a cómo llevas ser custodio de la muerte de día y músico de noche...
(1:47AM) Herodio: 2+2 son 4, poco más puedo decir. Otros están el taxi por la mañana y duermen por la noche. Cada vida tiene estas pequeñas circunstancias.
(1:49AM) Jordi: You know the day destroys the night, night divides the day you know the day...
(1:51AM) Herodio: Eso es, vayamos al grano.

Si la existencia fuera perfecta, Herodio Hematocrito dedicaría sus minutos a tocar la guitarra. En la morgue no imagina acordes ni sobrevuela melodías. La frialdad de su cometido no evita que nos brinde una bella reflexión sobre música mortuoria. En su opinión existe un gran número de personas que tienen entre sus composiciones favoritas temas que aluden a la muerte; escuchamos demasiada música en inglés y la mayoría tararea la letra sin darse cuenta de su significado. Su canción funérea favorita es “The End” de The Doors. El tema que Francis Ford Coppola usó en la apertura de Apocalypse now trata del final de una relación desde una admirable riqueza de matices que tienen su colofón en una de las frases previas al cierre: The end of nights we tried to die. El fin de las noches en que intentamos morir. Verso profético para Morrison, con quien su poesía nos lleva a un tema muy delicado que corrobora la idea de tabú desde otra perspectiva. ¿Por qué ignoramos el suicidio? ¿Por qué la autodestrucción masiva de la sociedad de consumo corre un tupido velo sobre los insatisfechos que deciden poner un anticipado punto y final?

(1:59AM) Jordi: ¿Conoces la respuesta?
(2:00AM) Herodio: Tengo hambre, voy a ver qué tal va la comida.
(2:03AM) Jordi: ¿Spaghetti?
(2:09AM) Herodio: No, demasiado largo de explicar, una guarrada con patatas, pollo y especias. ¿Crees que ya tenemos todo?
(2:10AM) Jordi: Sí, siempre quedan pequeños flecos por cubrir. Ya lo descubriremos cuando salga el artículo.
(2:14AM) Herodio: ¿Y eso?
(2:15AM) Jordi: Dejemos la última palabra al lector. Sabe más que nosotros.
(2:26AM) Herodio Hematocrito aparece como No Conectado. Recibirá los mensajes que le envíes la próxima vez que inicie sesión.


Foto: Jordi Corominas i Julián

martes, 17 de marzo de 2009

Bcn Week #73


Desde el miércoles pasado podéis encontrar en bares, tiendas, negocios y otros sitios el nuevo número mensual de Bcn Week, que en febrero dedica gran parte de su contenido a la muerte. Por una vez me tiraré flores. La foto de portada, quizá la más bestia en mucho tiempo en Barcelona, se me ocurrió en una carniceria de Santa Maria de Palautordera; vi los conejos y fue apretar el objetivo para reflejar la muerte desde la cotidianidad, una muerte que ignoramos al tenerla medio asumida por el dia a dia y nuestros hábitos carnivoros. Aquí la imagen aparece sesgada, por eso os recomiendo que busquéis la edición en papel, cargada de buenos contenidos, empezando por el boom town cogs de Raul, el artículo principal ( que escribí desde msn entrevistando a un guitarrista que trabaja de camillero en la morgue),los otros textos temáticos que hablan de cementerios de animales, Jimmy Hendrix catalanes y otros bichos raros, la entrevista de Simon Friel a Eduard Escoffet, el investigating report dedicado a la guineueta, Matar en BarcelonA (con un cómic excepcional), el short list, los listings, las buenas reseñas de este mes y un sinfín de contenidos entre los que cabe destacar el tratamiento fotográfico.

Espero que lo disfrutéis.


www.bcnweek.com



Foto: Jordi Corominas i Julián

viernes, 13 de marzo de 2009

Loopoesia: musicalización de mis nocheviejas del patriarca en La cova de les cultures


El sábado 14, hacia las diez de la noche, Jean Martin du Bruit y el anónimo toledano presentarán al mundo Loopoesia, idea músico poética creada por el que escribe y Neil Higgins, quien en breve será un productor más grande que George Martin, por decir algo, claro.
Las poesias musicalizadas, Nocheviejas del patriarca( http://www.calidoscopio.net/2008/06Julio-Agosto/Cine11.html), constituyen una suite de doce poemas que se van enlanzando a partir de una trama y links que permiten una continuidad que lograr generar que lo múltiple sea, en realidad, uno.
Tanto Neil como yo consideramos que dejar la música fluir con los poemas seria demasiado soso,por eso nos pusimos en contacto con Jean Martin du Bruit y su amigo, el anónimo toledano. Jean Martin es productor musical y filólogo y tiene mucha mano con la gente. Sin embargo,mañana se pondrá una máscara, irá vestido de manera extravagante, dará osos de goma al público y mientras suene la música irá componiendo un poema espontáneo que mostrará al respetable a través de un cuaderno. Tanto él como el anónimo toledano, quien pinchará mientras suene loopoesia, irán enmascarados.


LOOPOESIA

SÁBADO 14 DE MARZO DE 2009
22:00-22:35 aprox

LA COVA DE LES CULTURES
CARRER DE L'ANGEL 12
GRACIA


http://www.facebook.com/event.php?eid=60558677679&ref=ts#/event.php?eid=60558677679&ref=ts

jueves, 12 de marzo de 2009

P's everywhere en Revista de Letras


P’s everywhere
Por Jordi Corominas i Julián | Portada | 12.03.09


Londres, viernes veintisiete de febrero de 2009. 14:38 hora británica, la misma en Canarias. Ascensor de la Tate Modern. Aprieto el botón del sexto piso, tengo hambre e intento percibir las características de mis acompañantes de elevación metálica. Hay un señor gordo y bigotudo, ignoro el motivo pero siempre asocio mostacho con trasnochado, y varias mujeres orondas. De repente, al fondo a la izquierda, una voz hispánica.

Es una histérica, hace de ella misma, por eso ha ganado, es una histérica y esa es la razón. No por nada. Es mala de cojones, pero ha ganado. El gafitas con pelo a lo Kike San Francisco esputa su verbo emocionado y sus compinches asienten. Se abren las puertas– sixth floor, sixth floor– y pienso en Penélope. Su presencia, ya diluida por la velocidad noticiera de nuestra época de desinformación, fue abrumadora durante diez días. Esta es una pequeña crónica de mis encuentros con la multipremiada intérprete entre Barcelona y Londres.

Madrugada del veintitrés de febrero de 2009: Son las dos y media de la mañana. Sí, ahora me voy a dormir, no te preocupes. Ya sé que mañana me levanto a las ocho. Fíjate pongo el despertador. Es la primera, sé la cosa y me duermo. And the oscar goes to: Penélope Cruz. No veo las imágenes de la televisión. Imagino toda la parafernalia, la pantalla dividida, varias actrices sonrientes, algún divo americano haciendo el gañán y la sonrisa de la ganadora. Los de la SER se emocionan. Nunca entendí la contradicción ibérica de considerar de todos un triunfo y luego iniciar la lenta y fulgurante crítica, gran altar de la envidia nacional. A las ocho de la mañana Francino no está en las ondas. No suena el despertador. Me despierta una voz de pito. Pedrooooooooo. ¿Regreso al pasado? No. Penélope Cruz ganó en la tarde ayer, madrugada española, la preciada estatuilla….salgo a la calle. Las ediciones de los periódicos cierran a la misma hora que los bares de copas. Compro la prensa y Penélope está en la portada. Una chica muy mona, que quizá vi en la fiesta del sábado noche, me da uno de tantos papeles gratuitos con información. La de Alcobendas está presente. Que bé que hagi guanyat, no creus? Intento sortear el caos de la escalera mecánica del metro de la Diagonal y unas sudamericanas comentan la noticia. ¡Estaba muy guapa! ¡El vestido era precioso! Sí, como Audrey Hepburn. Mis neuronas cogen un extraño camino. Cuando el consumismo se olvide la protagonista de Desayuno con diamantes la madrileña la sucederá en los bolsos y los cuadros pop de andar por casa; Bellucci hará lo mismo con Marylin.

Nueve de la mañana. Me siento en mi silla laboral. El marujeo y el porno han destrozado el equilibrio en la oficina. Ahora se añade Penélope. Una mujer sesentona con pretensiones de llevar siempre puesto el último grito, algo muy metafísico, habla del dichoso vestido y opina que la niña sin maquillaje no vale nada. Mi estupefacción es increíble. Voy al Facebook para comprobar si puedo ser amigo de La niña de tus ojos. Sí, de los tuyos. Penélope Cruz Sánchez tiene como único friend a un tal Ozgun Zeki Celenk. Desde aquí le mandamos saludos. Dudo más y más. ¿Cómo saben todas las mujeres que Penélope es más fea sin el make up? ¿La han visto cuando se levanta por la mañana? ¿Comparten tocador? ¿De señoras?

Bellas perlas de mi compañera de despacho no tienen fin. Manuela es una dama de ideas fijas. Según su parecer el glamour desapareció del Universo cuando terminaron los años cincuenta, década dorada donde seguramente creció con un preocupante empacho de largometrajes norteamericanos. Las estrellas de hoy son vulgares, Penélope es una zaparrastrosa, Vicky Cristina Barcelona un horror y Javier Bardem un palurdo izquierdoso. Miedo sin término medio.

Las disquisiciones filosóficas de Manuela hacen que nuestro relato de la omnipresencia cruziana de un salto bisemanal. Sí, estamos a 8 de marzo de 2009 y es domingo, día del señor e internacional de la mujer. En el kiosco, otra gran fuente de frescos marujeos, Antonio habla del Barça. Dos ancianitas, cogidas de la mano en ausencia de bastones, piden el DVD de la última obra de Woody Allen. No l’he vist encara? Diuen que fa molt d’espanyola. No em cau bé. Dan el dinero y no pueden correr. Han contribuido a la triple corona monetaria de los barceloneses con el mayor escaparate publicitario de la ciudad condal. La primera piedra se edificó cuando el ayuntamiento destinó dos millones de su presupuesto anual para que Vicky Cristina fuese la perfecta postal; la segunda fue la entrada del cine, siete euros más palomitas. El disco para visionar el largometraje es la cima del timo económico camuflado de simpatía.

Volvamos al lunes veintitrés de febrero. Salgo al asfalto urbano, dejo atrás el mareo oficinista y en la calle Aribau topo otra vez con Pe mientras una mujer que camina diez metros por delante de su marido grita que irá al cine. Me fijo en el cartel publicitario y la chica sale estupenda. En Diagonal con Paseo de Gracia diviso la misma imagen. En el metro de Verdaguer creo completar la trilogía. Martes de Carnaval. Miércoles de ceniza. El jueves no entierro sardinas y espero en Plaza Catalunya un autobús para ir al aeropuerto. Penélope, parte sobreviviente de un papel rasgado, me mira desde el suelo y sonríe en otra foto a cincuenta metros de distancia. Han pasado cuatro horas y me aturde la muchedumbre de Oxford Street. Tiendas y tiendas. Marcas. Mango. Una instantánea en blanco y negro me presenta a las dos hermanitas ligeras de ropa. Las Cruz toman Inglaterra. No. No nos engañemos. Salen pequeñas y sólo yo observo su belleza castiza, que según El jueves sólo puede ser filmada con un racimo de uvas y un escotazo. Alguien interrumpe mi concentración. Míralas. ¡Descaradas! Dos abrigos de pieles se alejan. Son españoles y tienen la lengua afilada.

Buckingham Palace. Penélope se casa con el príncipe Guillermo. La gente se arremolina en la puerta de la residencia real. Miles de flashes ciegan mis ojos. ¿Qué ha sido de Cruise y Cruz? ¿Y el documental del Plus? ¿Tendrán que rehacerlo para añadir la boda del milenio? La cámara cambia bruscamente de plano. El viento dice silencio. Volvamos a la realidad. En Buckingham Palace Penélope vuelve a pisar la lona. Un ejemplar del Daily Telegraph muestra a la actriz junto a los compañeros de reparto de su exitosa película. Más tarde la propaganda de un autobús rojo como sus labios en Jamón Jamón eterniza mi secuencia de choques con la galardonada musa de Almodóvar. Su incansable presencia– la de la morena, no la del manchego– disminuyó en Heathrow, pero en El Prat se elevó hasta cotas impensables. Hello. Hola. Lecturas. Semana. Diez minutos. Aloha. Todas alineadas. Todas con la misma instantánea con Oscar.

Decidí ponerme manos a la obra. Estaba atascado con las crónicas y mi mayor deseo era hallar un tema interesante. Penélope me redimió. El lunes dos de marzo, esperanzado con que siguiera tejiendo su hilo, salí armado de mi cámara de fotos para ilustrar el artículo que leéis. Una llamada impidió mi propósito y la agenda semanal lo entorpeció hasta demorar la caza de P’s hasta anteayer, cuando descubrí, si bien ya intuía alguna cosa, que el encantamiento había desaparecido y el niño Torres cobraba protagonismo, idea que la noche confirmó en Anfield.

Aún así la omnipresencia de la madrileña no se esfumó. Suelo leer los dominicales el miércoles por la mañana, que es cuando el reloj me deja reposar de sueldos y maneras para ganarme el pan. En la portada del suplemento de EL PAÍS, otrora diario independiente de la mañana, Peedroooo y Penélope posan. Abrazos rotos será la continuación de la pesadilla mediática. Apuesto que será una estupenda obra. Abrazos rotos y envidia patria. Ha ganado. De aquí cincuenta años se comentará como un hito histórico. Nadie recordará los palabros del pueblo y la esencia española seguirá en sus trece. Encumbramos y luego soñamos con ejercer de sepultureros, única posibilidad de queja, sobretodo por el conformismo imperante, ante nuestro malestar. Decir que por eso no progresamos sería mentir, pero no creo que en algún matiz de la afirmación haya parte de verdad. Mientras tanto, sumidos en la inercia del consumismo creador de ídolos con fecha de caducidad, seguimos el juego y navegamos carentes de creencia atemporal. Mapfre no hay más que una. Que cruz.

Ps: las fotos que acompañan el texto son de las sesiones a la búsqueda de Penélope.

Jordi Corominas i Julián


http://www.revistadeletras.net/p%E2%80%99s-everywhere/



Ps del blog: Os recomiendo leer el artículo en el link de la revista, se ven las fotos; Albert Lladó y Diego Giménez han hecho un trabajo increible de edición incluyendo un vídeo de Pe sin gritar Peeeeedro.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Camus a contracorriente en literaturas.com




Camus a contracorriente
(traducción: José Luis Aristau)


Jean Daniel


Galaxia Gutenberg, 2008


Jordi Corominas i Julián
Jean Daniel, Camus a contracorriente

Una de las grandes enseñanzas de la historia es tener la llave para captar los males del presente desde pasadas experiencias. Albert Camus mantuvo una postura justa y pacifista en la crucial encrucijada del conflicto Argelino. Condenó al FLN, pero también a los ocupantes franceses, ávidos de sangre magrebí después de la Segunda Guerra Mundial. Los civiles no merecían morir por luchas donde siquiera pidieron participar. La postura del premio Nobel de 1956 establecía una frontera dirigida a una negociación de término medio que permitiera la integración y convivencia de ambas comunidades. Ninguna podía salir derrotada. La fusión, mantener la mezcla sin obtener un totalitarismo excluyente, era la clave imposible, utopía ideal del escritor que nació en el país africano y se horrorizaba, no como Sartre u otros, ante la violencia, injustificable desde que la bomba de Hiroshima eliminara el desequilibrio del holocausto.

Jean Daniel fue admirador de Camus y rompió con él por Argelia. Eran tiempos, como bien dice en su librito, donde los intelectuales simpatizaban por Israel. ¿Cómo no hacerlo? Todo cambió en 1967 con la Guerra de los seis días. El autor de El extranjero ya no estaba, pero su ética del periodismo podía dar un justo enfoque de denuncia desde una ética comprometida con el presente.

Camus a contracorriente nos habla de un hombre y una actitud. Algunos especialistas del gran intelectual francés han considerado que no sentía especial apego al periodismo, cuando en realidad adoraba las redacciones, las imprentas y todo lo que significaba la información de consumo rápido y voraz. En la primera parte de la obra, mezcla de autobiografía amistosa y ensayo, Daniel traza con brillantez la trayectoria periodística de su amigo, enfant terrible que desde 1938 llenó de buena tinta las páginas de periódicos y revistas. Su dirección de Combat sirve para entender su concepción periodística: ética, búsqueda de una verdad no dogmática, sobriedad tipográfica desprovista de sensacionalismo publicitario e información carente de sensacionalismo unida a una buena prosa. En este sentido es interesante constatar como, justo después de la barbarie nazi, Combat evitó deleitarse, como hicieron los demás rotativos de la época, con los crímenes del Doctor Petiot. No era cuestión de intentar dignificar otra vez a los asesinos. Informar con honor, alegría y virtud, informar para crear una sociedad mejor desde una visión subjetiva que llegó al paroxismo cuando Camus, ya en la década de los 50, colaboró con el semanal L’Express con el único objetivo de posibilitar el ascenso al poder de Mèndes France para salvar al país del caos.

La segunda parte de la obra se orienta más hacia una valoración filosófica del legado camusiano, pero Daniel yerra el tiro por exceso de retórica y un sentimentalismo trasnochado que a quien escribe le parece muy francés. Se agradece el recordatorio de las fuentes en las que bebía Camus, Nietzche y Dostoievski en un imaginario altar, y valoramos las reflexiones sobre la contemporaneidad del autor de La caída, pero asimismo creemos que Jean Daniel quiere algo más que la mera corroboración del apego ético de su amigo al tiempo presente, algo como saldar cuentas ahora que la muerte se acerca y la posteridad emitirá un juicio sobre su legado personal.

El de Camus es inabarcable, pero válido para el siglo XXI. Lo es, entre otras cosas, por su conciencia de ir en contra del espíritu de la época y denunciar las convenciones burguesas desde su voz de hijo del pueblo que tuvo fortuna, la amplió y nunca perdió su personalidad por mucho que Francia y el mundo desearan caer en el conformismo. Su actitud tiene la fuerza de quien sabe que no existe una verdad dogmática, por lo que conviene usar la ética para entender los intrincados vericuetos de la sociedad humana, una casa de locos donde Camus vivió como un dios palpable y benefactor.

http://www.literaturas.com/v010/index0903revista.asp

lunes, 9 de marzo de 2009

Debate sobre Francisco Regueiro en la Filmoteca de Catalunya, Martes 10 19 horas




Taula rodona sobre Francisco Regueiro, organitzada per " L'Associació Española d'Historiadors del cinema", participen en aquesta taula els ponents: Jordi Corominas i Julian, José Enrique Monterde i Esteve Rimbau. Julio Pérez Perucha actuará com a moderador. (estarà present el director: Francisco Regueiro) I a continuació es veurà la pel.licula: Duerme, duerme mi amor.

Filmoteca de Catalunya. a les 7h.

Avda. Sarria,33

preu:2'70 euros (amb abonament, més economic)

lunes, 2 de marzo de 2009

Escenaris metafísics i modernitat a la trilogia de l'alienació de Michelangelo Antonioni en Revista Matèria de la Universidad de Barcelona


Este texto en catalán tiene su historia. Un chico, del que no diré su nombre, me encargó un texto de 5000 palabras para una revista de cuyo nombre no me acuerdo. Lo escribí emocionado, Michelangelo Antonioni ha sido una gran influencia, y me encontré con que en realidad hablaba de 5000 carácteres. Aún así quise publicarlo y la revista Matèria de la Universidad de Barcelona lo aceptó. Os lo dejo en PDF

http://www.raco.cat/index.php/Materia/article/view/124140/172097